El entorno

Artieda | Vía verde del Irati | Foces de Ugarrón, Lumbier y Arbaiun.

Estankoenea en pleno casco urbano de Artieda , en el Valle de Urraúl Bajo junto a la vía verde del antiguo tren Irati, junto al río del mismo nombre y a un paso de las foces de Ugarrón, Lumbier y Arbaiun

Artieda: un pueblo tranquilo y con encanto
Un pueblo singularmente llano ideal para el paseo
Cerca de las foces de Ugarrón, Lumbier y Arbaiun
Junto a la vía verde del Irati. Perfecto para excursiones, senderismo…
En una zona con  un clima agradable todo el año

Artieda

Un lugar tranquilo y con todo el encanto de los pueblos navarros, con un casco histórico amplio repleto de rincones para descubrir

Conserva esa esencia y espíritu que los pueblos del norte se niegan a perder. La localidad pertenece al Valle de Urraúl bajo. En su casco urbano que destaca por su extensión, por su amplitud en el diseño y por estar situado en un terreno singularmente llano y carente totalmente de barreras arquitectónicas, se pueden encontrar varios lugares de interés como varias casas antiguas con inscripciones o el Palacio de Francisco Javier Elío Gaztelu o la Iglesia de San Cipriano y Cornelio.

A principios del siglo XII existía ya la villa, en la cual Toda Iñiguez corroboró (1178) la donación al monasterio de Leire de las heredades dadas por su abuela Teresa. Los vecinos cedieron (1402) el patronato de su iglesia a Carlos III, el cual lo transfirió a su vez a Ogerot de Agramont, señor de Lerga. Su término comprende parte de las tierras del desolado del Puyo*.

La importante avenida de aguas de 1787 dejó “muy maltratado” el puente de siete arcos que había a poca distancia. En la cercana ermita de San Gregorio se celebraban entonces las juntas de los dos Urraules, Romanzado y Liédena; en tanto que en la de San Juan Bautista, tenían los eclesiásticos del partido “sus conferencias morales” y se celebraban “las juntas eclesiásticas de los siete corriedos del arciprestazgo de Lónguida”. Gobernaban Artieda los diputados del valle y los regidores del pueblo elegidos “por alternativa de casas” (que eran 23 en 1802). Al reformarse la administración local española en la primera mitad del XIX, Artieda quedó en el ayuntamiento de Urraul Bajo. Tenía en esas fechas escuela, dotada con 28 robos de trigo al año, y un molino harinero sobre el Irati; exportaba vino; se practicaba la filatura y tejido de lienzos ordinarios; aunque ya importaba también géneros para vestir. Entrado el siglo XX, contaba también con una posada y estación del ferrocarril de El Irati* y tenía ya completamente arruinada la ermita de San Gregorio.

El antiguo edificio fortificado de este lugar aparece como de cabo de armería en la nómina oficial del Reino. Se cuenta que Ochoa Périz, señor de Artieda, fue uno de los caballeros que en 1357 liberaron a Carlos II de la prisión de Alleux. Johan de Uriz era señor del palacio en 1432. Johan Martíniz de Uriz fue armado caballero por el Príncipe de Viana en 1453, y el linaje fue uno de los más destacados del bando beaumontés en las guerras civiles de esos años. En 1513, la casa aparece ya entre los solares nobles remisionados del pago de cuarteles. Su poseedor, el capitán Lope de Esparza, tenía asignado un acostamiento de 50.000 maravedís desde 1537. En 1550 trajo de Flandes ocho magníficos tapices para decorar los salones. En 1726 pertenecía al marqués de Bessolla -título creado en 1702 en la persona de José de Elío y Ayanz- el cual solicitó rebate por sus bienes anejos. Según el Libro de Armería, en el siglo XVI el escudo era de oro con cinco burelas de azur; bordura de plata, que en otros armoriales es de gules. Con ligeras variantes, traía ya estas armas Ochoa Périz de Artieda, alcaide del castillo de Guerga en 1375.

Presenta una estructura cuadrangular y torres en las esquinas, todo ello datable en el siglo XV. En la fachada principal se alza la gran torre, con zapatas talladas con animales y monstruos en el remate.

 

La Iglesia de San Cipriano y Cornelio, de origen medieval, posiblemente del siglo XIII. La restauración en 1907 que le confirió el aspecto definitivo que hoy luce.

Preside el interior de la parroquia de San Cornelio y San Cipriano un hermoso retablo mayor, obra de Juan de la Hera y Gaspar Ramos, realizado a partir de 1611; aparece algo transformado por haber introducido un expositor; consta de banco, dos cuerpos distribuidos en cinco calles y remate. El primero se articula por estípites estriados -característica del taller de Sangüesa-Lumbier en el Romanismo- y el segundo con columnas estriadas de tercio inferior decorado; y en sus compartimentos se distribuyen pasajes hagiográficos, de la Pasión, de la vida de la Virgen, en relieve, y las imágenes de la Asunción, titulares y otros santos.

La imagen de la Virgen de la ermita de Larraza o de Nieva era románica y, al parecer, en 1954 se veneraba en la capilla de la casa Arbeloa.

quebrantahuesos.

Además del Palacio, otras edificaciones de interés son la casa de los Orbaiz con portada de piedra, así como otras más pequeñas con elementos de tradición goticista o la Ermita de Arguiroz.

Areta: topónimo vasco que significa «lugar de arenas».

Es un macizo complejo y salvaje de gran valor naturalístico. Lo coronan numerosas cumbres, entre las que destaca el Baigura (1.475 metros), separadas por abruptos barrancos, laderas de fuerte pendiente, roquedos e inmersos bosques de hayas, robles y pino silvestre, donde pululan corzos, ciervos o jabalís. El urogallo ha sido habitante reciente.

Junto con las sierras de Artxuga y Zarikieta es una zona propuesta como Lugar de Importancia Comunitaria para formar parte de la red europea de espacios naturales.

Nace en las faldas del monte Baigura y desemboca en el río Irati, en el término de Rípodas. En la cabecera discurre entre hayedos, pinares y robledales, rodeado de una orla de avellanares con boj, serbales, arces, tilos, etc. En su tramo medio está ocupado por saucedas con chopos, alisos y fresnos. La fauna del río tiene como elementos de mayor interés el desmán, el tritón del Pirineo y, posiblemente, la nutria.

Ugarrón: del vasco ugar «agua turbia, torrencial».

Labrada por el río Areta en roca caliza, delimita el valle por el sur. Es un pequeño paraíso natural que mereció ser declarado Enclave Natural en 1989 y posteriormente propuesto como Lugar de Importancia Comunitaria junto con el río Areta. Esta foz alberga una importante comunidad de aves propias de los roquedos, como el buitre leonado o el halcón peregrino y es área de campeo del quebrantahuesos.

Buitres leonados sobrevolando el acantilado; bravos escarpes donde nidifican las aves; un río de limpias y frescas aguas que talla en las rocas estrechos y caprichosos pasos; los restos de un puente que, según cuenta la leyenda, fue construido con ayuda del diablo; dos túneles que antaño atravesó el primer tren eléctrico de España. El resultado, un paisaje agreste del que podrás disfrutar si te acercas a la foz de Lumbier, estrecha garganta labrada por el río Irati y declarada reserva natural.

Su espectacular geología y el aislamiento durante siglos han propiciado la conservación de una singular vegetación que puebla los escarpados roquedos sirviendo de morada para grandes rapaces. Un espectáculo sin igual de paredones rojizos de cuyas grietas cuelgan árboles y arbustos y en los que descansan grandes rapaces.

Lo que confiere singularidad a esta foz es que sus 1.300 metros de longitud pueden ser recorridos por la vía verde que discurre cerca del río y al pie de los acantilados anunciando las primeras estribaciones del Pirineo oriental navarro. Escucha el rumor de las aguas y los gritos de las chovas mientras admiras la belleza de este enclave natural.

La Foz de Arbaiun, a la entrada del pirenaico valle de Salazar, entre Lumbier y el Almiradío de Navascués, es la más extensa e impresionante de las gargantas navarras. El río Salazar ha ido tallando la roca dando lugar a un espectáculo sin parangón. Imponentes paredes verticales se suceden a lo largo de casi 6 kilómetros.

En el interior de la foz de Arbaiun crece una diversa y peculiar vegetación que ofrece una variedad cromática estacional de indudable belleza. En sus roquedos anida una numerosa colonia de buitres leonados visibles desde el balcón voladizo del Mirador de Iso. La gran riqueza natural que convive en la Foz de Arbaiun le ha valido las denominaciones de Reserva Natural y Zona de Especial Protección de las Aves.

Conoce todo sobre ésta y otras gargantas navarras en el Centro de Interpretación de las Foces de Lumbier.

La foz de Arbaiun es una garganta que el río Salazar excava al encontrarse con la Sierra de Leire. Las paredes verticales han sido talladas por la erosión a lo largo de millones de años, a la vez que el río se encajaba al fondo de la hoz. Está considerada la reina de las foces de Navarra por su extensión de 5,6 kilómetros y sus paredes verticales de hasta 300 metros de altura que combina con repisas, taludes y pedrizas.

El pirenaico río Salazar describe tres curvas de norte a sur y después enfila hacia el oeste/suroeste. En el primer tramo, las paredes llegan hasta el cauce, mientras que foz adentro descansan sobre un talud inclinado. La vegetación crece a sus anchas en las profundidades, surgiendo a veces de la misma roca; en las laderas soleadas crece la carrasca, quejigos y enebros, y en las umbrías aparecen hayas, robles, pinos y fresnos. En otoño la foz de Arbaiun se viste de mil colores y pasa por todas las tonalidades que van del verde al ocre pasando por explosivos naranjas y rojos.

Para admirarla, no hay mejor lugar que el mirador de Iso, un voladizo sobre las aguas del Salazar situado en la carretera NA-178, que va de Lumbier a Ezcároz. Asómate a su privilegiado balcón y déjate envolver por la espectacular belleza y tranquilidad que infunde este rincón natural.

Si alzas la mirada hacia el roquedo seguro que avistarás nidos de buitres o de alguna otra rapaz; la colonia de buitres leonados ha crecido tanto en los últimos años que es habitual verlos sobrevolando el lugar.

Es aconsejable una visita al Centro de Interpretación de las Foces de Lumbier donde existe información interactiva sobre diversos senderos, la flora, fauna y cultura de las gargantas prepirenaicas. Completa tu visita acercándote también a la vecina Foz de Lumbier, que podrás atravesar gracias al sencillo paseo que discurre por el trazado del desaparecido tren Irati, primer tren eléctrico de España

Desde Estankoenea podrás visitar muchos rincones de Navarra con un gran encanto como:

Santa Fe de Urraúl Alto

Peña Izaga

Paseos a caballo. Usún

Monasterio de Leyre

Castillo de Javier

Selva del Irati

Ujué

Ochagavía

Belagua

Roncal

Entorno natural

Artieda se halla enclavado en el Valle de Urraúl Bajo, situado en las estribaciones del Pirineo y lo forman tres valles paralelos que descienden de las montañas hasta asomarse a las cuencas prepirenaicas. Esta situación geográfica origina una gran diversidad de ambientes naturales.

Al norte, los valles son estrechos, rodeados de cumbres que superan los mil metros, con los montes de Areta dominando el paisaje. En la parte meridional el relive se suaviza, los valles se ensanchan y las sierras pierden altura. Un clima más seco y la intensa utilización humana del territorio durante siglos originan una menor cubierta vegetal, con extensas zonas de matorral mediterráneo (boj, coscoja, enebro, etc), alternando con pinares naturales y de repoblación, carrascales y bosquetes de roble. Los terrenos más propicios están cultivados. Numerosas regatas drenan todo el área, siendo el río Areta el cauce principal. En el extremo sur, la foz de Ugarrón cierra de manera espectacular el valle.
Además de esta riqueza natural junto a Artieda, el visitante puede disfrutar de otros lugares mágicos a muy poca distancia como las foces de Lumbier y Arbaiun.

Otros encantos y curiosidades

La Vía Verde del Irati es un punto de interés que mezcla lo histórico con lo etnográfico y lo natural.

“El Irati” fue el primer tren de tracción eléctrica en España. Denominado popularmente por los lugareños como el escachamatas, fue el nexo de unión que agrupaba a toda la merindad de Sangüesa y que la unía a Pamplona. Estankoenea se sitúa al lado del antiguo trazado del tren, cuyo último viaje se produjo en 1955. Más de medio siglo después, el recorrido se ha convertido en una ruta verde ideal para el senderismo en familia. Actualmente existe un trazado realizado hace algunos años pero en breve se va a acometer la adecuación del trazado completo y totalmente accesible.

El nuevo proyecto de recuperación como Vía Verde del Irati tendrá una longitud total de 49,35 kilómetros y atraviesa la foz de Lumbier, uno de los cañones más espectaculares del Pirineo. El objeto es su recuperación como vía verde e itinerario ciclista, en el tramo de su recorrido comprendido entre las localidades de Ustárroz (Valle de Egüés) y Sangüesa, pasando por varias localidades y entre ellas Artieda.

El Gobierno navarro contempla la creación de la Vía Verde del Irati en un marco más amplio como es el proyecto Ederbidea para conectar la vía verde del Bidasoa con la del Plazaola y esta con Pamplona. De este modo se conectaría a su vez con la del Irati por el paseo fluvial de la comarca de Pamplona. Se integraría en Eurovelo, una red de rutas de larga distancia para cicloturistas que permitirá atravesar Europa.